En primer lugar habrá que medir el nivel de cloro y a partir de ahí añadir el que sea necesario según el volumen de agua que tenga.
El nivel óptimo de cloro está entre 0,6 y 1,5 mg/l y con un pH que oscile entre 7,2 y 7,8.
Si la piscina hace tiempo que no se mantiene o acabas de llenarla, será necesario ajustar el pH y añadir 20 gr. de cloro de acción rápida por cada m3 de agua.
Para mantenerla, se necesitará un buen antialgas y cloro en tabletas o disolución lenta en la cantidad que indique el fabricante en el etiquetado, aunque siempre en el rango de entre 0,6 y 1,5 mg/l.
El tiempo de depuración diario puede hallarse dividiendo por 2 la temperatura del agua; y el volumen de la piscina se calcula multiplicando largo por ancho por profundidad media.
¿Cómo dosificar el cloro en las piscinas para mantenerla limpia?
Según el tipo de cloro será necesaria más o menos cantidad de éste;
- Cloro líquido: actúa de forma más inmediata que el resto aunque se evapora con más rapidez. Serán necesarios 50cc. por cada 1.000 litros de agua.
- Cloro en tabletas: es más lento y es necesario colocar las pastillas dentro de boyas ya que decolora la pintura. Dosificación de 400 gr. por cada 10.000 litros de agua.
- Cloro granulado: debido a la lenta disolución de éste en el agua, la concentración del cloro es constante y dura más a lo largo del tiempo.
Las cantidades de cloro empleadas en nuestra piscina se deben seleccionar con total responsabilidad y conocimiento de lo que estamos haciendo. Un exceso de dosis de este producto, al igual que su ausencia, es perjudicial para el mantenimiento del agua y de los propios bañistas.